28/6/10

Rosario - Santa Misa y Acto Oficial por la Conmemoración del Dia Nacional de Croacia en su XIX Aniversario

Actos Oficiales en conmemoración del XIX Aniversario del Nuevo Estado Croata.



El dia 27 de Junio se celebró a las 10:30 Hs la Santa Misa, en el Altar Mayor de la Iglesia Catedral de Rosario, seguido por el Acto Oficial en la Sala de las Banderas del Monumento Nacional a la Bandera.

Luego a continuación se realizó el  Acto al pie del Símbolo Croata Zvonimirova Ladja, emplazado en el Parque Nacional a la Bandera.

Los Actos son organizados por el Consulado de Croacia para el Litoral Argentino en conjunto con el Centro Cultural Croata de Rosario y el programa radial Bar Croata.

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Homilía XIX Aniv. Croacia (13er. Dom per annun)


Sr. Cónsul de la República de Croacia, miembros de la colectividad croata , hermanos y hermanas, muy queridos todos

Estamos dando gracias a Dios por el XIX aniversario de la constitución del nuevo Estado de Croacia. Croacia no puede ser comprendida sino desde sus raíces cristianas; su bendita tierra está regada por la sangre de tantos mártires, testigos de la fe.

La decisión de los croatas de acoger la fe católica en el año 879, la fe anunciada y profesada por los santos apóstoles Pedro y Pablo, ha desempeñado un papel central en la historia, religiosa y civil de la nación. «Este fue un acontecimiento de gran importancia para los croatas, porque a partir de ese momento aceptaron con gran prontitud el evangelio de Cristo tal como se propagaba y enseñaba desde Roma. La fe católica ha impregnado la vida nacional de los croatas»: así escribieron los obispos de Croacia (Carta pastoral, 16 de marzo de 1939).

En mayo de 1979 el Papa Juan Pablo II decía al pueblo croata refiriéndose a su perseverancia en la fe: «Con vuestra perseverancia habéis sellado una especie de pacto con Cristo y con su Iglesia: debéis permanecer fieles a este pacto aunque los tiempos sean contrarios. Permaneced siempre como lo habéis hecho desde aquel glorioso año 879».

El tema del Evangelio de este domingo, el discipulado como seguimiento de Jesús y sus exigencias, nos es entonces particularmente oportuno a todos los cristianos, y en esta fecha a los croatas y sus descendientes en particular, para revisar ese pacto con Jesús y con su Iglesia.

La principal condición que exige Jesús es la disponibilidad total para cumplir la voluntad de Dios. Esto supone, obviamente, un permanente ejercicio de la renuncia a sí mismo, a los propios vínculos, a la propia historia personal cuando ellos puedan ser obstáculo en el seguimiento del Maestro.

Indudablemente nos encontramos con las palabras más duras o exigentes de Jesús en todo el evangelio, las cuales nos pueden provocar un cierto rechazo; especialmente si tenemos en cuenta que las "condiciones" que ponían los "candidatos" a discípulos en el evangelio de hoy son por demás de razonables. Nada tiene de malo querer enterrar a su padre o despedirse de los de su casa. Igualmente el primero de los "aspirantes" a discípulo manifestó una gran disposición al seguimiento de Jesús. La intención de Jesús con su respuesta es provocarle una auténtica "crisis de realismo" para que no se engañe a sí mismo, pues hace falta algo más que entusiasmo para ser su discípulo. Y lo mismo vale para el rechazo por parte de Jesús de las otras dos "razonables" peticiones de demora en la respuesta.

Para seguir con realismo a Jesús hay que estar dispuesto a renunciar a todo. Pero dejamos todo por algo, o mejor, por Alguien. La ruptura de cualquier vínculo que pueda ser obstáculo al seguimiento de Jesús es siempre una experiencia de muerte. En este sentido Jesús nos pide morir. Pero para vivir en Él. Se trata de un proceso verdaderamente pascual, paso de la muerte a la vida. Jesús quiere formar en nosotros un hombre nuevo, con vínculos renovados; lo cual exige que el hombre viejo y sus vínculos mueran.

Resumiendo, el evangelio de hoy hace referencia a los vínculos fundamentales que estructuran la personalidad del discípulo y que en la novedad de vida que trae Jesús hay que subordinarlos al vínculo absoluto y primordial que establecemos con Él; y para lograr esto se requiere renuncia, disciplina. San Benito, con su simplicidad y profundidad, sintetiza todo esto es una frase sapiencial: "No anteponer nada al amor de Cristo".

En conclusión, todos y siempre tenemos necesidad de revisar nuestra disponibilidad para el seguimiento de Cristo. Sea que estemos empezando el camino a Jerusalén, sea que llevemos años transitando por él. Pidamos al Señor que nos muestre la grandeza de su amor para que podamos discernir lo que nos impide seguirlo con una disponibilidad total y tengamos la confianza y el valor para dejarnos purificar por Él, hasta la raíz; a fin de renacer a una vida nueva.

Al cumplirse en este año del XIX aniversario de la constitución del nuevo Estado de Croacia, los 50 años de la muerte del Card. Stepinac en Krasic, cerca de Zagreb, la capital de Croacia, cuya sede episcopal ocupó en una época muy difícil, durante la II Guerra Mundial, permítamme que lo recordemos como un modelo de seguimiento radical de Jesús que vivió esa especie de “pacto” con él y con su Iglesia y que por eso os puede servir de modelo ya no sólo a los croatas sino a todo cristiano.

Aunque no murió durante las torturas a que fue sometido por el régimen comunista que gobernaba su país, el cardenal Stepinac es considerado mártir por las innúmeras mortificaciones que tuvo que sufrir en su ministerio. Acusado falsamente de varios delitos por los que fue sometido a un juicio notable por su brutalidad y saña, fue condenado a 16 años de cárcel. La causa de su muerte nunca quedó del todo clara, pero sí fueron claras la valentía y la firmeza con que desde el púlpito denunció las atrocidades que se estaban cometiendo en esos años en su patria.

Murió el 10 de febrero de 1960. Había nacido el 8 de mayo 1898, el quinto de ocho hermanos. Hoy reposa en el lugar principal de la catedral de Zagreb. “Por Jesús estoy dispuesto a morir” decía con frecuencia.

Juan Pablo II, en la homilía pronunciada durante su beatificación, celebrada en Marija Bistrica el 3 de octubre de 1998, recordó que

“con su itinerario humano y espiritual, el beato Alojzius Stepinac brindó a su pueblo una especie de brújula para orientarse. He aquí los puntos cardinales: la fe en Dios, el respeto al hombre, el amor a todos llevado hasta el perdón, y la unidad con la Iglesia, guiada por el Sucesor de Pedro”, añadía el papa polaco.+