¿Que hubiera sucedido si ningún reportero hubiera caído en
la cuenta de que el príncipe Harry de Inglaterra estuvo hace unos días
en Hvar, tal como lo hizo tambien el año anterior?
Hubiera pasado lo mismo que cuando Eva Longoria, Mickey Rourke, Beyonce o Kevin Spacey anduvieron
por esas playas; nadie se enteró, al igual que muy poca gente sabía que Bill Gates se llega allí casi todos
los años. Son personas que buscan no ser vistas, como Roman Abramovič,
o como Giorgio Armani y Berny Ecclestone que sin embargo, un año se
encontraron con que eran vecinos de amarra en las orillas del Adriático
croata.
El hecho es que efectivamente un reportero sorprendió y
fotografió al príncipe Harry en la isla de Hvar y así fue que la
noticia estuvo en todos los medios y saltó hasta la primera plana de algunos diarios, como fue el
caso del Daily Mail de Londres.
Hay dos consideraciones que se desprenden de esto; una es
que aunque el turismo es la cuarta industria en cuanto a movimiento de
economía,
después de la del petróleo, la automotriz y la
farmacéutica, rarísima vez o nunca las noticias sobre el turismo logran
estar en primera plana en los medios.
Y el que lo haya conseguido – aquí la segunda consideración
– significó para el turismo
croata una publicidad que vale tanto como cientos de avisos pagos.
Este hecho se sumó a las declaraciones de Taleb Rifai,
secretario general de la Organización Mundial del Turismo quien dijo
que Croacia y su turismo son un ejemplo destacado del cambio que
puede realizar un país en corto tiempo, refiriéndose a los últimos
diez años.
Lo que se puede decir que es un cierre excelente para la
temporada 2011 que, además, recibió un millón de visitantes más que los
llegados en la temporada de 2008, considerada record hasta ahora.
Carmen Verlichak
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